El micro sube y baja, lento como un caracol por la carretera, serpenteando entre las serranías. Vos estás recostada contra el cristal de la ventanilla, y tu cabeza se recuesta también contra el fondo del paisaje, oscuridad sobre oscuridad, declive sobre declive.
Vas cayendo en el sueño eterno de esta tierra.
Te vas haciendo Cuba.
2 comentarios:
Siempre me duermo en los micros. No importa que esté del otro lado del ecuador.
Siempre quiero volver a Cuba. A sus palmeras a lo lejos. Al verde intenso. A todo eso que está tan lejos de mi vida y que convive conmigo todos los días.
Cómo extraño Cuba! Cómo me extraño en Cuba!
Che...¿Pasaron por Isidro Casanova, Villa Palito y Villa Puerta de Hierro, creo que llegar a Cristiania y Crovara es lo masssss?....Haaaa perdon... es Matanzas no La Matanza...Besos
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