Vuelvo, y lo necesitaba.
Algunos dicen que las cosas han empezado a cambiar, y quizás para mejor. Mi ida pareciera entonces una despedida, pero no, no lo es. Vuelvo a lo que no cambia.
Vuelvo a caminar por sus calles que no envejecen, con otra compañía.
Vuelvo a sentir el sol del trópico en las piedras del Malecón.
Vuelvo al bar donde escribía Hemingway, y quizás a la playa donde Santiago atracó el barco tras su feroz combate, a muerte como todo allí, con un pez o un imperio.
Vuelvo a ver la foto de Fidel descansando en el mismo lobby en el que descansé yo, y en el que otra vez me sentaré, para ver su foto y mi reflejo en el marmol de la pared.
Vuelvo a recorrer la Plaza de Armas entre libros de Martí y Carpentier, y es como volver sobre mis pasos perdidos.
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3 comentarios:
Y yo voy allá como novata. Esperando poder absorber cada aroma, olor y sabor para no olvidarlo. Esperando no desperdiciar un segundo de mi tiempo.
Creo que cuando pise ese suelo me va a explotar el corazón, por sentir esa tierra, por escuchar el susurro de la brisa que me canta alguna canción pegadiza. O simplemente porque me abraces frente a ése mar que me espera con tantas historias que contar.
Me alegro que puedan hacer ese viaje juntos. Y disfrutenlo, debe ser un lugar unico...
Que exploten todos los sentidos disfrutando cada partícula de esa historia-viaje.
De este lado hay envidia, sepanló.
Saludos, a ambos.
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