miércoles, 27 de abril de 2011

Soñar no cuesta nada

Los días pasaron, y la rutina te envuelve como si nada hubiera cambiado. Como si no hubiera viajado más de 12 horas para encontrarme con idiomas y calles desconocidos.
La verdad pareciera ser que nada cambia. Todo sigue igual (de bien). Amigos, trabajo, facu, convivencia.
Pero en los recovecos.... oculto, listo para caerte y dar un zarpazo, está el recuerdo. De calles, olores, colores y un dejo de tacto que parece volver cuando menos lo esperás.

Eso me pasa con Roma, con París.
Mirando el nuevo trailer de la peli de Woody Allen, se me aparecieron las caminatas lentas y abrigadas con el fresco del río en la cara. La mirada poco atenta en la plaza de la Vendome. Y quise volver con solo un chasquido.

Ayer en un ataque de nostalgia me puse a escuchar a Pavarotti. Es imposible encontrar mejor avión que ése. Nessun dorma... y ya estaba caminando por las cuadras de Giovani Vitelleschi, mirando extrañada el Altar de la Patria.

Es que intento no olvidarme de todo lo que vi. Me pone mal pensar que en unos meses no me voy a acordar ni el nombre de la plaza de la vuelta.

Pero voy a volver. Sí o sí. Antes de morirme voy devuelta a Roma, y tiro mi moneda en la Fontana.

miércoles, 6 de abril de 2011

No me rindo

Lugares que quedaron por visitar:

- Capilla Sixtina
- Museo de Villa Borghese
- Puente de los Suspiros (sin andamios que lo tapen)
- Moulin Rouge
- Parque de Belleville
- Museo d'orsay
- Les invalides por dentro
- Cementerio de Pierre Lachaise
- Sainte Chapelle
- La Conciergerie
- Librería Shakespeare and co.
- Museo de Henri Cartier Bresson
- La planta de arriba de la Casa de Pilatos
- La plaza de toros por dentro
- El parque García Lorca
- La fuente de los leones en su patio original

Me han quedado cosas por ver. Si hubiera visitado todo sería maga y tan rápida como Usaín Bolt.
Voy a tener que volver... creo que no me queda otra. Espero que algún día la suerte me permita reencontrarme con estos lugares que me dieron mucho más de lo que pensaba poder ver.

lunes, 4 de abril de 2011

De España a la Argentina, qué meneo, qué vaivén!

Estamos por emprender la vuelta. Los días se hicieron cortos y largos, lluviosos y soleados. Los días fueron increíbles e insospechados. La llegada a España tuvo sus sorpresas. Madrid quedará como una cuenta pendiente para explorarla a fondo. Tan similar a Buenos Aires, pero un poquito más ordenada. Sevilla... ahhh!!! Sevilla! Fue un festival de colores. Lo primero que pensé es que me hacía pensar en La Habana. Calles estrechas, casas pintadas de colores, comida, música... no sé, había algo que flotaba en el aire. Resultó ser un lugar estupendo, lleno de vida y paisajes hermosos. Caminar por calles llenas de naranjos encorvados por el peso de sus frutas era algo que quería fotografiar cada dos minutos. Los lugares están impregnados de lo árabe, lo barroco o lo renacentista, o todo junto a la vez. Es una mezcla extraña pero que atrapa. Juan dijo que para relajarse la gente cree que lo necesario es silencio. Pero aquí en los patios andaluces, nos dimos cuenta que la justa medida de la relajación es el tenue sonido del agua. De las fuentes que apenas se desbordan de agua. Sevilla también fue calor. Hora de sacarse tantos abrigos y de disfrutar del bienestar andaluz. En mi humilde opinión, los moros eran unos genios. En ningún lugar nos sentimos más resguardados del calor sofocante, que en las galerías aireadas de Sevilla y Granada, hechas especialmente para no tener que pagar aire acondicionado, obviamente. Capítulo aparte, es la juerga que domina esta zona, la que es comandada desde sus bares de tapas, montaditos y cerveza. Si me piden un lugar para volver, creo que vuelvo a Sevilla. Sabía poco y nada de esta ciudad, y puedo decir que quedé encantada. Otro día les contaré de Granada.

domingo, 3 de abril de 2011

LA SEÑORA DE LOS PATOS


En el Real Alcazar de Sevilla, en sus jardines, los patos, los pavos y los pavos reales, con sus colas, con la Señora de los Patos.

SEVILLA, GRANADA Y EL ISLAM