miércoles, 2 de julio de 2008

LA LLUVIA Y LAS CIUDADES

“Llora en mi corazón/ Como llueve sobre la ciudad”
Paul Verlaine

No llueve de la misma forma en nuestra ciudad que en otras que visitamos.
En nuestra ciudad, llueve cuando vamos de casa al trabajo, cuando salimos al mediodía para almorzar o volvemos cansados al hogar.
Llueve de a ratos, llueve cuando estamos bajo la lluvia.
En otras ciudades que visitamos, llueve cuando paseamos por sus calles, y llueve también en el hotel, cuando espiamos los edificios de enfrente desde la ventana.
Llueve, y su lluvia nos resulta ajena, inhóspita.
La lluvia es más lluvia cuando se está sin rumbo fijo y sin tiempo.

2 comentarios:

Sunshine dijo...

La lluvia...
Es diferente según donde la miremos.
Yo me acuerdo de una lluvia en Mendoza, después de muchos días de lluvia en Buenos Aires. Allá parecía más liviana, y muchísimo más alegre.

También me acuerdo de un aguacero en pleno lago Huechulafquen. Ahí sí que la lluvia era anecdótica. Los bonsais, el agua verde y la Isla de los chivos nos hacía olvidar cuan mojados estábamos. Sin contar que después se vino el café caliente y los chocolates de la Abuela Goye.

La lluvia es relativa. Todo depende del paisaje que la acompañe.

La lluvia que no me gusta es la que hace que pise baldozas y me moje de pies a cabeza. Esa no me gusta casi en ningún lado.

Beso

*AntagoniSta* dijo...

Más que de la lluvia, disfruto de su olor, de la humedad que filtra por los cristales y de la risa que me dá al ver trás la ventana la guerra de paraguas que sucede en las veredas.
Disfruto la lluvia bajo techo, mis épocas de chapotear bajo el agua guardan buenas anécdotas, pero ya no las elijo.


Todo lo que leí me gustó. Viajé por crónicas y evoqué momentos lejanos y algunos no tanto.
Alguien dijo:
"Así, el ciclo completo de los viajeros puede reducirse a las siguientes categorías:
Viajeros ociosos.
Viajeros curiosos.
Viajeros mentirosos.
Viajeros orgullosos.
Viajeros Vanidosos.
Viajeros melancólicos.
Siguen a éstos los viajeros por necesidad.
Viajeros delincuentes y felones
Viajeros desgraciados e inocentes.
El viajero simple y por último (con tu permiso), el Viajero sentimental (es decir, yo mismo), que ha viajado tanto por imperiosa nécessité como por besoin de voyager."

Gracias por tu visita.
Saludos a ambos Cronistas.